martes, 6 de octubre de 2009


























Santiago Sylvester

Publicó : En estos días (1963) ; El aire y su camino (1966) ; Esa frágil corona (1971) ; Palabra intencional (1974) ; La realidad provisoria (1977) ; Libro de viaje (1982) ; La prima carnal (narrativa, 1986) ; Perro de laboratorio (1987) ; Entreacto (1990) ; Escenarios (1993) y Café Bretaña (1994).




Tanto esfuerzo para apartarse de sí,
perder su rastro y andar a la deriva en esa mesa : tabla con
una astilla metafísica donde la luz golpea y
vuelve a sí misma.

Ese hombre merodea para no estar :
esto se ve en la mañana inmóvil frente al vaso
y sobre todo en la técnica mayor :
dejar que la mirada caiga hacia afuera
y se extinga lejos de él como un rumor imaginario.

****

No sólo sentido, sino densidad : la emoción gana peso
cuando ese techo de moscas,
el zumbido del ventilador,
la risa del vecino,
forman parte de las palabras ya olvidadas que siguen
dialogando en la cabeza.

Mientras dura, barullo : manotazo atolondrado;
pero luego se abre paso, atraviesa la costra,
y envía sus mejores señales cuando sólo tiene adentro
recuerdos.
(de Café Bretaña)



Un golpe en una mesa,
y el hombre mira alrededor, sin éxito ni culpa, sólo con el
asombro del que, repleto de whisky, no encuentra qué decir.

La palabra, una autopsia: un corte transversal en el cerebro;
y de este menoscabo del lenguaje se alimenta un época que cesa, no por
agotamiento, sino por crispación:
el psicoanálisis concluye en epilepsia,
la semiótica esconde su abuso en la trastienda,
la fanfarria de la ciencia no logra descifrar sus propósitos;
¿y qué haremos con la actividad de la palabra?
Un hombre ha golpeado la mesa, torpe la lengua y la mirada idiota,
y ha marcado el arranque de una nueva era:
él es su profeta,
una trompada en una mesa su huella digital.

(de Café Bretaña)

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